Vida y obra sexual
Estamos Píxel y yo aquí, no sabe cómo hemos empezado a pensar en cómo será la vida sexual de los personajes de lesfoq. Primero nos dimos cuenta de que Olimpia y Roque son lxs únicxs que tienen una vida sexual sana y normal e intensa.
Martín tiene toda la pinta de ser un aburrido. Que no lo hace mal, pero es aburrido a muerte. A nivel de «ojalá estuviese en mi casa con mi tele antes que aquí muerta de risa».
Cabano, nuestro adoradísimo ídolo de la masculinidad, tiene toda la pinta de ser un machista asqueroso en la cama, en plan te lo como un ratíto pero no mucho porque me aburro y no recibo nada. Luego tiene la exigencia también de terminar siempre en la boca de su pobre víctima, pero a la que termina él, ya está, fin del tema. Si le caes muy muy bien te hace un favor luego, y si no lo has aprovechado en diez minutos, pues no lo has aprovechado en diez minutos, se siente, las Industrias Cabano TM piden perdón por las molestias. Además, suele cambiar muy a menudo de posturas, todas acrobáticas y exigentes, para intentar ocultar el hecho de que tiene cierto toque de Hombre Bala.
Julio es un indeciso: » Si tú quieres cambiar de postura, pues cambiamos… ah no, a mí me da igual… como quieras, cariño… es que no sé cómo ponerme…».
Yoli tiene pinta de hacerlo frecuéntemente (bueno, ya no, ya no es nuestra Yoli sino un clón del orfanáto Católico que la ha sustituido) pero con mesura en la imaginación. Los vicios estándar y punto.
Angy, como la última vez que lo hizo no dió puntada sin hilo, pues casi se ha olvidado de cómo es el tema, pero en sus tiempos mozos fue bastante maja en la cama. No para volverse locxs tampoco. Maja.
Alma: ah, Alma. Creo que no me quiero imaginar lo que hace esta mujer en la escena primal. Ni siquiera una hipótesis. No, no lo quiero saber. (Sin duda es alguno de estos vicios chungos de estos que solo existen en dos páginas contadas (de pago) en Internet.
Marigna lo hace con recato, empezando con un camisón de cuello alto y largo hasta los pies con una apertura en forma de cruz en sus partes vergonzosas. Luego tiene gestos monos, así como no sé, hacer la señal de la cruz en lugar de «ohdiosmencanta» y gritar con ahínco todos y cada uno de los nombres de Nuestro Santo Padre.
¿Más sugerencias? ¿Algo de creatividad?
¿No? Pues a correr.
(Si ya verás como en verdad nadie folla porque están veinticinco horas al día en el Zurbarán. No les da puto tiempo).
Un desastre sobre otro
Vamos a ver. Con valentía y elegancia, me digo a mí misma. Con tranquilidad y estilo. Otro triste episodio de lesfoq, que parece que nunca nos libraremos de ello (ni ello de nosotrxs, evidentemente). Otro martes más, Píxel y yo ancladas delante de la tele como si nos tuviesen a punta de pistola, esperando ansiósamente que lxs guionistxs de lesfoq nos torturen las neuronas un ratín.
En primer lugar, el descubrimiento: Cabano no quiere que su relación con Ruth vaya bien / que Ruth esté contenta. Cuando no es una cosa, es la otra. Si es que no pongo más fotos suyas porque paso de entrar en blogs de quinceañeras en actitud agilipollada para buscar fotos.
Pero prosigo:
Para empezar así con una nota alegre, la Veronica se está volviendo bastante insoportable con todo el tema de ser madre. Antes era una tía enrollada, to’ guay, pero ahora que tiene a la niñata esa se ha vuelto tiernecilla y es una sosería.
Otra cosa, Marina es Maligna. La llamaremos Marigna. Está toda feliz porque Fer vuelve al camino correcto (pero habéis visto esa mirada de tierna alegría cuando Fer y Yoli se besan públicamente?) Pero no os engañeis. Lxs guionistxs no son tontxs. Saben que Marigna se ha pasado con el tema de la homofobia disfrazada de convención de ideales, así que ahora la colega se pone en plan «Fer no es así, no es feliz» y hala. A arreglarse to’l mundo, y Marigna queda de tolerante y todo. Por cierto, viva Angy, viva. Viva, digo, y nunca pensé que diría esto de la mujer. Está más mona, además, ahora que se ha quitado esos piercings tan poco favorecedores. A la Lista Bonita, he dicho:
Aish, es que está tan razonable...
Razonable, sí. Está lógica, fría y coherente. Un sol. Vale, que lleva embarazada dos cursos, pero bueno, hay que perdonárselo. Además, en el siguiente capítulo rompe aguas.
Y otra persona que estaría en la Lista Fea si no fuese tan soso: Julio. El que cuando llora parece que está cagando, con testimonios de repetidas ocasiones. Se queda todo inmovil y frunce los ojos y pone cara de dolor. A parte, ahora que ha descubierto que fue él el que violó a Teresa (que vamos, que considero que se ha hecho demasiado follón a lo novelita detectivesca, que si quién ha sido, qué cámara de fotos, que si Alvaro, que si Román, por favor, basta. Que se descubra quién es y punto. Y que termine todo el drama) está aún más lloroso. Parece que el chico sufre de estreñimiento crónico, así como van las cosas.
En fin, aquí quiero comentar una cosa: cuando Alma y Álvaro están en el parque, entre clases, podemos suponer, en esos descansos inmensos que se hacen en el Zurbarán (o ZBN como declara la camiseta de Berto) se dicen «A y tí y a mí no nos hacen falta [los demás], que les den a todos». ¿Hola? Que se pierdan en una isla paradisiaca de una puta vez. Nos cansan.
Ah, y un juicio de valor. Os comento:
Es superdemasiado lo de Martin, Olimpia y Sandra. Oséase:
Suficiente que tu novio se haya acostado con una stripper y la haya dejado embarazada, suficiente que quiera ser un padre para el hijo, suficiente que la meta de camarera en vuestro lugar de trabajo común y que encima la haga pasar por amiga tuya (sabéis, para que no siga con su insalubre trabajo en su estado preñado) pero que encima la meta en su casa (casa común para las circunstancias) bajo una excusa estúpida y paténtemente falsa y pretenda que lo soportes encima sin asegurarte ochenta y cinco mil veces que solo te quiere a tí et cetera, lo encuentro absurdo.
O sea, Martín sigue siendo un calzonazos, y Sandra ya no nos cae bien.
Por cierto, magistral el momento en el que Berto dice, durante la charla sobre su construcción de cartas amorosa con Verónica (me estoy refiriendo a los muchos tríos consecutivos): «Vaquero que nos lía». Qué grande, qué grande.
Ooooh, sí. Seeeeh. Yoli y Fer cortan. Gracias a Cristo despedazado en la cruz, no nos han jodido durante mucho tiempo. Si es que se veía venir.
Y señorxs, ante ustedes, CABANO SE VA. Sí señora. El ojeador lo ha llamado, cual Dios a Moisés para dar las placas de piedra con los diez mandamientos, a ir a Londres para ser supermegafutbolista profesional porque es su sueño, y su vocación. Seguidamente harán un spin-off musical que irá sobre como Cabano persigue su sueño en la metrópolis. Se llamará «Por La Pelota». (¿Habéis visto lo aguda que he estado ahí? Cabano solo tiene una pelota).
Conclusión: otra mierda.
Conclusión dos: A ver si vuelve Gorka, que le daba alegría al tema.
Ah, el aplauso de la audiencia.
Visto que hay dos personas que leen esto, vale, va. VALE. Está bien.
(Oye, furia asesina y etcéteras, molas.)
Cuestión: es cierto. lesfoq no puede quedarse impune. No puede emitirse todos los martes y luego salir en blogs de niñatxs agasajado y adorado. No puede quedar sin castigo, ¿me oís? Debemos denunciar toda la mierda que expulsan la mierda de guionistxs de los que tantísimo se precian.
(Porque ya me diréis qué es sino tirarse flores hacer que Yoli y Fer estén juntxs. YOLI Y FER. Creo que no se ha entendido aún la magnitud de la catástrofe).
Acto seguido, voy a lavar los platos que está Pixel pringando.
Volveremos tras una breve pausa, que vosotrxs no notaréis porque aun no he publicado este post, pero si lxs gilipollas que idearon el asqueroso personaje de Cabano pueden tirarse flores y agitar las panderetas, pues yo también, hostias ya.
…pausa pequeñita…
Píxel dice que internet segúramente no puede prescindir de mis inspiradas palabras durante rato tan largo como para lavar la pila de platos sucios que hay, así que me ha dado una prórroga.
Para pasar el rato, debo crear otra lista: La Lista Ambigua. En la que entarán tanto personajes que no se sabe si son malxs o buenxs, como personajes que no saben si son heteros, bisexuales u homosexuales (eso era un eufemismo para los personajes que son gays o bolleras y no lo saben).
Bien:
Alvaro. Es un cabronazo? ¿Es un malentendido? ¿Es las dos cosas y se está reformando? ¿O no es ninguna de las dos y también se está reformando? ¿O es un cabronazo y un malentendido pero no se está reformando? ¿O cualquier otra combinación de afirmativas y negativas?
Aquí lo teneis.
Uuuh, misterio.
Lo que me sorprendió en el miserable episodio de anteayer (desde hoy nos referiremos a él como De Mierda En Peor, o DMEP para abreviar -aportación de Píxel) es que el Álvaro este va por ahí pasando GHB (llamado también droga de la violación) con toda tranquilidad, y lo reconoce (y Alma lo graba, y se lían, ohdiosmio, no podré con esto, pero a nuestro tema) y no pasa ná, pero a la que al pobrecito Román se le atribuye el lastre de pastillero (oh, gran carga a la gente de 18 años, que hay gente que lo que no se ha metido con esa edad no merece la pena meterse, madre de Cristo, estoy hasta los ovarios ya de su pseudomoralidad romana católica) y ya está todo el mundo escandalizado, mirándole mal y montando un jaleo.
En fin, Píxel y yo estamos viendo una serie lamentable pero divertidísima, un estudio sociologico en sí misma, llamada Next.
Anda la hostia.
Basta, chicxs. Basta. Este es el segundo y último, declaro, último, post sobre la lamentable serie Física o Química. Vaya asco.
En breve relato:
Teresa es tonta. Tïpico personaje que va de vulnerable, frágil y etcétera, que no tiene más personalidad que esa. Y todo pronunciado con lassss esssesss muy marcadasssss. Una estúpida. Y vamos cuando Verónica le hace la escenita de «Soy tu madre», que solo le faltaba la voz de Darth Vader ( » Luke, soy tu padre»), ahí ya es una puta fiesta. Llantos, lafrimas, lamentos. Y a todo esto, de fondo un graffiti que pone «Fuma Weed». Tal cual os lo cuento. La mejor recomendación moral que ha hecho la serie en toda su historia.
Vuelve a salir el tema del orgullo gay, y lxs guionistxs, astútamente, hacen que Fer sea el gay loco e intrascendente y la profe es razonable y firme en sus ideales. Ahí, defendiendo derechos.
Cabano es el nuevo Keanu Reeves: inexpresivo.
Cabano contento.
Cabano enfadado
Y es así, tal cual. Cejas incluidas.
Pixel dice: «En mi cole esas cosas no pasaban». Meditad ese enunciado, porfavor. Meditadlo.
Pero el evento que me ha hecho despedir este blog del seguimiento de lesfoq es que FER y YOLI están liados. Liados. Fer y Yoli. ¿Hola? Y un mínimo respeto a la sexualidad de Fer? No, no, eso lxs guionistxs no saben lo que es eso. Como ya no queda nadie por liarse, pues el gay con su mejor amiga. No te jode.
Pues eso, que voy a pasar ya de hacer comentarios sobre las mismas gilipolleces que al fin y al cabo son evidentes a cualquier persona que tenga ojos en la cabeza. Hostias ya. Si es que es imposible sacarle sentido hasta para criticarla. Vamos que despidámonos a día de hoy de estos posts, porque veré lesfoq en la intimidad de mi casa, sin que nadie se dé cuenta; anunciaré a todxs mis amigxs que ya no lo veo y que nunca lo he visto, que no es merecedero de mi intelecto y que ya se puede ir a freír hostias por todo lo que me importa.
Aman epitelous.
Así que:
He dicho.
Hala. Y ahora, Bicho Malo.
Otro miserable lesfoq
Internetes,
Tenemos ante nosotrxs el capítulo 51 de la quinta temporada de la mayor mierda desde… desde… bueno, desde algo con pésimos actores, pseudojuvenil, y enganchoso. No sé, Compañeros o Al Salir de Clase o algo. (Píxel: nah, no mientas, el Internado es una bazofia mayor: nazis? pruebas? 3 finales de serie -y ahora hay nuevos capítulos-? buahhhhh)
A ver, me voy a saltar todo tipo de preliminares y me pongo a comentar ya, porque Píxel y yo estamos que no nos aguantamos. Ha sido un episodio mierdoso total. Me he cansado muchísimo de todo el tema de que cosas se descubran a través de ojear papeles ajenos, avistar detrás de árboles y/o arbustos, interceptar correo y esconderlo, meterse en cuentas de mail de lxs demás (juro que todo esto son ejemplos fehacientes, no me lo invento) escuchar tras las puertas y tal, incluyendo a profes y alumnxs por igual. (Píxel: ¿habéis intentado alguna vez escuchar una conversación detrás de una puerta o escondidxs detrás de una esquina a unos metros en un instituto? Pero si no se escucha náaaa!!! Como mucho entenderías que «alguien» puede que consuma algún tipo de droga y se coma plátanos con chili, pero nada más.)
Mientras Pixel y yo veíamos el episodio en paz y tranquilidad, con nuestras sendas tazas de leche, yo iba escribiendo en un documento de word las cosas a destacar. Sï, querido Internet, todo para tí. (Píxel: doy fe.)
Demos por comenzado el acto.
Ajá, sale el tema del matrimonio gay en clase de Marina. La tía dice la célebre y conocidísima frase de «que lo hagan, pero que lo llamen otra cosa». Vamos a ver, qué es esto. ¿Por qué la gente que está en contra de que los gays tengan uniones iguales que las de los heteros (que no nos engañemos, el contenido religioso ya cuenta para pocxs) fingen que lo que les molesta es el nombre? Que las uniones civiles las aceptan. Pero es que no queremos solamente los mismos derechos, queremos la misma contemplación ante la ley y la sociedad. Que sea igual dos tías que dos tíos que tío y tía.
Prosigo: Fer se porta como el heroe de la comunidad, como siempre, David no hace nada porque es bastante calzonazos, y Roque acaba «disculpando» a lxs alumnxs porque lxs pobres son adolescentes y naturalmente viscerales. Ya sabes, lo emotiva que es la actividad de defender tus putos derechos.
Que bueno, que pa’ qué sirve ser gay si luego los guionistas van a sudar del tema y van a hacer que Yoli se enamore de Fer. Contadme. Esto está peor escrito que The L Word. Ya no quedaba gente para enamorarse o qué? (Aunque luego los «en el próximo capítulo…» quizá lo arreglen un poco. Un respeto a la sexualidad de unx, hostias.) (Píxel: ay, ay, que la Peloponesa se nos pone chunga. Y no es para menos. Pero comprendo a Yoli, es que Fer es tan adorable *corazoncitorosa*.)
Ah, y un tema fundamental, que nunca me cansaré de comentar: Odio a Cabano. Lo odio, lo odio, lo odio con la fuerza de mil soles. Esa cara. Esa expresión de «qué mal me trata la vida». Que no colega, que no te trata mal, que has tenido cáncer y has salido de ello, la gente así se considera afortunada, gilipollas. Es que Cabano, la verdad que es… es sencillo de mente, el colega. Fácil de comprender. Os pongo una foto, pero no para que vayais por ahí mojando bragas, porque ipso facto os salís del blog, sino para que compartais mi asco.
Seriamente. Se le ve la cara de maltratador.
(Píxel: compartimos el asco, compartimos.)
¿Os podeis creer que, superado el cáncer, el tío va y se parte el tobillo? Si es que le mola esto de ser el enfermito. Ya no puedo ni contar las veces que los guionistas se han preocupado por su delicada salud. Manda cojones. Digo, cojón. Que el cáncer le costó un testículo (por el cual hordas de hembras lloran por las noches). (Píxel: eh, cuidao, que el esquince le va a tener lisiado putos quince días. QUINCE, colega!)
A todo esto, cómo corren las putas noticias en lesfoq, colega. Y dices, no me sorprende, si todo cristo vigila detrás de las puertas y escucha conversaciones dichas a cuatrocientos metros de distancia y saca conclusiones hasta de la gente que va a mear (Alma, entrando en el baño en el que están Yoli y Paula: «Atención que he entrado! Y voy a mear, eh. Lo digo para que luego no penseis que espío detrás de las puertas». Ah, Alma. Por algo estás en la Lista Bonita). Pero que vamos, que a lo que iba, pasa que por mucho que X escuche la conversación de Y tras un arbusto, se acaban enterando, con plena legitimidad, A, B, C y así hasta la Z, sin pasar evidentemente, por X e Y hasta que o follamos todxs o la puta al río. (Píxel: no es puta, es stripper, jurjurjur. Okey, chiste fácil.)
Basta. Paso de decir más. He sufrido en este capítulo, me he cansado, me he agotado, me han irritado todxs y cada unx de ellxs (argh, Teresa, hija, que poca personalidad), y cuando ha terminado casi ni tenía ganas de saber más. (Píxel: a mí Teresa me cae bien. No bien de «me iría de cañas contigo y mantendría conversaciones profundas e interesantes, no. Sino bien de «te escucharía mientras lloras y después te llevaría un ColaCao» o algo así.)
Bueno… excepto Olimpia. Pero es que ahora acabo de descubrir Caiga Quién Caiga, donde nuestra Ana Milán (Olimpia, sí) es presentadora, y sacia nuestra sed. Y no me vayais ahora pensando mal.
Ah, y más gente a la Lista Bonita:
Berto, señorxs.
(Píxel: no entiendo cómo se nos había podido olvidar en la primera entrega de la Lista Bonita. Eso sí, visto lo visto, estás listas no garantizan la permanencia. A mí Cabano me cayó bien en un capítulo. Después tuvo cáncer.)
Y otra más, para la Lista Fea:
Marina, la del "lo que sea" gay.
(Píxel: buuuuuuuuuhhhh)
Y ante ustedes, Pixel:
Después de tanto comentario en lo que decía aquí Peloponesa, y aunque parezca mentira, sí, me quedan cosas por decir. Sobretodo al tema de Marina. Podría entender sus argumentos si tuvieran una base lógica. Es muy bonito lo que dice de «yo estoy segura de lo que pienso y no necesito la aprobación de nadie». Es precioso. Pero a ver, mujer. Para que te respeten tienes que respetar y defender que una «unión homosexual» no se pueda llamar matrimonio por que dicha palabra proviene de mater que significa madre en latín y esto conlleva que un matrimonio debe por regla semántica radical traer una vida… Contando que hay un porcentaje de parejas CATÓLICAS o no que uno de los dos es estéril, tampoco debe llamarse a tal pareja matrimonio, por mucho que se casen por la iglesia. Tanta unión civil para que te falle tu propio argumento. Además una pareja homosexual también puede traer niñxs al mundo, aunque sea con modos artificiales o no tan artificiales.
Considero que sí, que aunque no estemos de acuerdo con una opinión debe ser respetada por muy equivocada que creamos que esté. Pero también debe respetarse el debate abierto entorno a esta opinión, más aún cuando eres una supuesta profesora en una supuesta clase de filosofía. No jodamos.
Pasemos a otro tema, que ese ya está muy mamado. A ver, señorxs, ¿qué coño les pasa a Vaquero y Berto? Han hecho un trío y ya se creen que se han vuelto gays. Que no les cunda el pánico, que no hay para tanto. Se han acostado ellos dos, sí, pero con una tía en medio. Y a menos que en algún momento alguno de ellos dos se encontrara justo debajo del otro y se llamaran cariño o algo así, no creo que haya que montar ese drama. Collonsis.
Luego, qué bonita la frase de Yoli: «nah, si ya no me duele, además a tropocientosmil metros de altura se me quitan hasta los lunares». En serio, qué gran frase. Adoro a esta mujer. Y la de: «por favor, Berto, ayúdame, que quiero saber si tengo posibilidades o un gran problemón». Esta mujer me encanta.
Por cierto, ¿a veces no se os olvida mucho que Berto y Yoli son hermanos? Pero, ¿qué vida en común tienen estos dos? Nunca salen del Zurbarán juntos ni se preguntan a la mañana siguiente de que alguno no aparezca por casa durante toda la noche que qué coño hicieron anoche. No. Sólo en momentos puntuales para armar más follón. Ten hermanxs pa’ esto.
A ver, qué más, qué más…
Buenobuenobueno, y ¿qué me decís de la tal Sandra? De no tener nada que ver en la serie a liarla muchísimo. Pero esta mujer ¿qué quiere? ¿Tener una relación familiar con Martín y que éste sea el super padre de Dario y el no-nato? Si hasta el capítulo pasado Martín no soportaba a los niños!
Y, ¿lo de Román? Vendiendo pastis por doquier. Además, cien leuros por esa pedazo bolsa llena de caramelillos? Eso no baja de los mil. Que he leído mucho a Lucía Etxebarria. (Eh, conste que no insinúo nada sobre esta gran mujer). Y todo Dios machacándole. Por favor, que ya tiene coleguillas, que se han visto. Y sigue pareciendo el llanero solitario.
Vale, creo que la serie, ya decadente desde sus comienzos, ha pasado la línea y ha caído en un vórtice surrealista de dimes y diretes, de escuchas, de tontunas y de que ya sólo quedan por liarse, creo, Paula y Julio. No, no cuento a los nuevos. Mirad, guionistas de Lesfoq, un buen final: a Roque se le pira la olla, recae en las drogas, incendia el instituto con él dentro. Mueren todos menos Olimpia, Dario, Gorka, Fer, Yoli y Román, y se van todos como happy family a una comuna en Dinamarca. FIN.
(Peloponesa: SEEEEEEEH.)
Ale. Hasta otro martes. Y entre tanto, ya veremos.
Remember, remember…
El cinco de noviembre, sí, pero como hoy no es cinco de noviembre, pues acordaos de que hay otra sesión diabólica de lesfoq con su correspondiente comentario acídico (en colaboración con Píxel) en un par de horas.
Ah, sí, una se emociona ante la perspectiva de maldades futuras.
Lo sentimos, no hay consenso. 